ESTÁS

Estás ahí clavada en mi soledad, nos prometimos un para siempre y ahora he marcado tu ropa y la he empaquetado.

Estás ahí habitando de risas los recuerdos, mientras colores acuarela se cuelan por las rendijas, de ventanas y puertas haciendo más habitable este lugar que fue nuestro hogar.

Estás ahí calmando el desgarro de la pérdida, enjugando dulcemente el dolor y tú ausencia, casi escucho tu susurro sonríe mi bella y dulce Cuqui, casi…

He tenido que tirar los cajones que habitamos, he tenido que repensar un futuro a ratos lleno de rabía, enfado y hastío. El dolor que tengo, es tanto, que recordarme que estás ahí hace saltar todas las piezas de este puzzle remendado.

Así, sin solemnidad, sin paliativos, a ratos, momentos envueltos de saudades que hacen que el vértigo y la pérdida me achiquen el estómago.

Estoy aquí, escribo textos para leertelos, para compartir trozos de alma, amor y alegrías.

Estás ahí amor, como no, pero cielo bonita, te quiero aquí. Añoro el calor de tu mirada y el deleite de la mía al observarte plácidamente mordisqueando tus dedos mientras leías algo nuevo.

Estás ahí, si pero a veces, amor dueles tanto, que se achica el estómago hasta que brotan lágrimas, cuando hábito presentes nuevos no elegidos.