Camino junto a ti, sola, me pierdo en nuestro silencio. Nos miramos, ensueño que me sonríes, yo lo hago. Continuamos el paseo, observo nuestras sombras. Sostengo tu mano con amor infinito, intento abrazarte abrazando la tuya.
Te cuento mi día te pregunto por el tuyo, tú me acompañas con sies infinitos.
Nos sentamos para tomar un café sonríes. Acercas la mano para acariciarme, me acerco también. Retomas la galleta con ganas sonríes, a veces tu mano vagabundea al aire.
Te rascas la nuca con los tres dedos de siempre, es un gesto tan tuyo. Cierro los ojos para contener las lágrimas, no quiero llorar, ya lo haré más tarde.
Caminamos de regreso, despacio sin prisa, me miraste. Tus manos estaban heladas, intenté ponerte los guantes, imposible me reí de mi torpeza, rememorando otras de hace años, tu beso no lo esperaba, me pediste más, me sonreíste yo también.
Nuestros ojos se tropezaron y por un instante supe que sabías. Te dejo en otras manos. Sigue doliendo tanto.
A pesar de mí 
Y por un momento supiste que sabía. Ya está. Ese es el premio.
El de ayer.
Y ahora busquemos el de hoy.
Habrá que empezar a vivir cuanto antes, mi vida.
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Si justo, día a día sin dejar de levantarme.
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¡!como siente tu amor, qierida Cuqui¡!¡ un abrazo enorme
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Gracias Charo!! Que bueno tenerte por aquí.
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