
Siento rabia, cuando me siento abatida y me reconozco sola.
Siento dolor al saber que no estarás en mi hogar, aquel que fue nuestro.
Siento cansancio de tanto empujar el olvido que agarró tu vida y devastó la mía.
Siento silencios cuando vuelvo a aquel nuestro talamo y me abandono al descanso.
Siento tu calor cuando te robo un abrazo y me pides un beso.
Siento miedo cuando creo que algo nos quiebrará aún más, no quiero, pero siento miedo.
Y rabia, mucha rabia porque en ocasiones, cuando me despierto, es rabia lo que siento por no tenerte, por no haber conseguido recomponer tu puzzle y saber que el mío, ya siempre estará incompleto.