Salías del ascensor y de pronto al mirarme, seria, dijiste vamos, te seguí, caminando sin prisa.
Fuera me miraste, sonreíste con esa mirada que tanto me ha enamorado.
Interrumpías el paseo, nos parábamos para mirarnos, no había palabras, solo intensas miradas, sonrientes.
Nos tomamos de la mano para dar unos cuantos pasos mas, de vez en cuado.
Reias, me sobrecogió tu risa, me dí cuenta que la extraño, casi tanto como a tí.
Te paraste a observar una mariposa, Bolboreta te susurré. Te adoro digiste.
Me sobrecogí, me pasa ya tan pocas veces.
