Ruido de cristales de sangre en las pisadas.
Ruido de voces falaces.
Sangre que brota del puñal hincado con saña y rabia.
Ruido de cristales se clava en mis pies desnudos.
Sola vivo, salvo por el ruido de derrumbe que me acompaña.
Derrumbe de vida, derrumbe de sueños.
Muros que me quieren enmudecer, arrebatar el escaso sol que llega a donde yo estoy.
He sentido que la vida me sonreía de muy lejos, de nuevo el dolor anidó en los escombros del derrumbe.
En pié, desnuda y herida rodeada de ruido al mover el escombro, puñal tras puñal…