
Hace veintidós años descubrí cuál era mi lugar favorito del universo, estaba entre tu cuello y tu hombro.
Casi puedo oír tu susurro “en este instante, todo está bien” Serena, segura y tranquila me refugio entre tu cuello y tu hombro.
Ayer sin darme cuenta regresé a mi lugar favorito del universo, que familiar, cálida y amorosa sensación, entre tu cuello y mi hombro.
Hoy volveré, espero que nos volvamos a tropezar y acurrucadas me dejes estar en mi lugar favorito del universo, entre tu cuello y tu hombro.
Tener un hombro y un cuerpo en el que refugiarse es lo más bonito. Sólo por eso la vida tiene sentido. Un abrazo.
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