Hace mucho, me senté al lado de Carlos, un tipo curioso, las tres atentas a todo lo que nos decía, a escuchar a los árboles, a sentirlos, pese a su pequeño tamaño, eran árboles adultos. Tomábamos un curdos sobre Bonsáis Mi abrazadora de árboles favorita, estaba atenta, con los ojos muy grandes y la actitud …
¡Zas! Ahí estáis.
Cierto, quizá sea como decís, quise creer en su compromiso en sus mentiras, quizá les creí como personas honestas, sinceras y consecuentes. Herré no lo erais, estabais embestidos de máscaras falaces. Fue cuando la deslealtad embistió el bienestar y el cuidado, entonces te das cuenta de la certeza de las voces que susurraban “van disfrazadas” …