
He viajado sin ti y recorrido paisajes compartidos, quise contártelo pero todavía duele.
He cantado nuestras canciones, parada en el café de frontera. Busqué tu rostro reflejado en la cristalera, juro que allí estabas, a mi lado.
Me esperaba el abrazo de Dolo, preocupada por mi camino en soledad, Jorge – aveces añoro el niño que fue – Chamón mas en el presente que nunca, abrazos y charlas.
No amor, no fuimos a Pombalinho, no perseguí vagalumes en la noche, lo haré en otro viaje, quizá con la misma sorpresa, parecíamos niñas y al regresar te lo contaré.